Lima-Vitarte es el libro del que hemos extractado siete poemas para nuestros oyentes y lectores. En este nuevo episodio extra de Entre Párrafos, leeré los textos de Renato Salas Peña, con quien nos encontramos en el episodio anterior.
Historias de Lima-Vitarte en forma de poesía
Probablemente el profesor Renato tenga en su pluma algunos vestigios de un escritor narrativo que optó por la poesía por prepotencia de gusto. Lo dijo claramente en la entrevista: que sus poemas era historias, pero a él le salían en forma de poemas.
Esto se verifica en los siete textos poéticos que presentamos en el podcast de hoy. Ciertamente, nos enteraremos de que en Palomino todo es motivo de diversión y que tiene algunos rasgos que permiten compararla con Brooklin, Montparnase, Berlín, Río o la comuna de París.
Nos contará, por ejemplo, sobre una niña que se dejó besar por un borrachín y su vida cobró un nuevo destino. También sobre un hombre ligeramente borracho caminando de noche, manoembolsillado y achalinando sus poéticas enfermedades.
Ha desgranado párrafos inolvidables:
La gente sigue siendo la misma y me horroriza
porque sin querer empiezo a parecérmele
y a mí por último que me importa que vendan al
país, eso no ha de quitarme el sueño ni
a mi mujer que se dobla de dolor en una cama,
porque estoy seguro, convincentemente seguro
que sus gritos no cruzarán Lima – Vitarte
Otros detalles poéticos
Es posible que el autor de Lima-Vitarte, Renato Salas Peña, considere Apátrida como el poema que mejor lo identifica. Yo veo pedazos de él en toda su composición poética. Me gusta cuando en el poema En defensa propia, nos advierte de una intención que podría o no configurarse como un simple juego:
Mis hermanos están planeando mi muerte
los alcanzo escuchar a través de los ladrillos que
separan nuestros mundos, cubriéndome
de pesadas colchas espero alerta su
primera embestida contra mi frágil
cuerpo en proceso de santidad.
Los invito a disfrutar de estos textos, dejar comentarios, y compartirlos con amigos y amantes de la poesía. Este autor peruano, oriundo de Lima, hijo de la generación del ’90, bien merece llegar cada vez más lejos.
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Llegué a Palomino en varias oportunidades manejando irresponsablemente ebrió, pero para no creer, en ese estado era más respetuoso de las señales de tránsito, por eso creo que salí airoso de esas noches lúgubres dejando a mis amigos pasajeros uno a uno…. grande hermano Renatiño, Lima Vitarte es una remembranza de muchas vivencias….
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Gracias Miguel. Ojalá te traiga momentos felices a la memoria
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