Pandemia y literatura parecen dos términos antagónicos, y lo son en cierta forma, aunque han sido obligados a la convivencia por fatalidad biológica, las consecuencias inevitables todavía hay que seguir sufragándolas, quién sabe hasta cuándo.
“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.
Jorge Luis borges
De cómo pandemia y literatura conforman una sociedad maldita
Esta semana nos enteramos mediante Infobae y con mucha desazón, que “cerraron diez emblemáticas librerías como consecuencia de la pandemia, librerías grandes, históricas, ubicadas en zonas céntricas, con irrecuperables pérdidas de puestos de trabajo.
Entre las librerías cerradas, se enumeraban: la Librería de las Luces, Los Argonautas, y Las Mil y Una Hojas; la cadena de librerías Santa Fe a fin de mes cierra su local de Callao 335, en fin, es justo decir que a pandemia y literatura no las une el amor, sino el espanto.
La Cámara Argentina del Libro, informó que la producción editorial de 2020 volvió a mostrar «un retroceso respecto de 2019, afectada sobre todo por la situación de pandemia». Por su lado Martín Gremmelspacher, titular de la CAL, dijo a Télam: «A nosotros la caída de la economía por efecto de la pandemia nos ha afectado mucho, tanto que los editores hemos dejado de hacer novedades, por lo que la bibliografía se vio restringida, así como los ejemplares de venta». Y luego agregó: «la caída en la producción de ejemplares de novedades fue de un 30% respecto de 2019 acumulando un descenso de 60 puntos porcentuales respecto a 2016».
Podés descargar el informe de la CAL haciendo clic aquí.
El rol del Escritor en la pandemia
Cada individuo que escribe en este mundo, no ha dejado de hacerlo a pesar de todo. El Covid afecta el ánimo, exacerba la frustración, pone en crisis el carácter y nos planta miedos allí donde antes no existían. No obstante, el virus no afecta la necesidad de comunicarse, y aunque el negocio trastabilla, la pluma se sigue moviendo porque en cierta forma es una cura para la mente.
Y no es para menos. El escritor logra independizarse de los vaivenes comerciales porque su verdadero rol es escribir, independientemente de la oferta y la demanda. Para no ser interpretado de manera incorrecta, solo una porción muy pequeña de escritores pertenece a las grandes ligas del mundo editorial.
Existen, y me incluyo, una mayoría que podemos denominar independiente, que por diferentes motivos juega en ligas menores, en ligas marginales o incluso en ligas amateurs. Y no por eso producen textos menores. Históricamente, justicia editorial no es justicia divina, y es muy común encontrarse un Maradona jugando en el campito. Si no, que lo diga Juan Ignacio Pisano, que obtuvo el Premio Medifé-Filba por su novela El último Falcon sobre la tierra. Mientras un lector lea para sanar su mente, habrá un escritor que lo buscará por mágicos caminos, aún a pesar de las vicisitudes que pandemia y literatura asociadas se empeñen en endosarnos.
Conclusiones
Ya lo dijo en el siglo XV el canónigo agustino Thomas De Kempis:
“He buscado el sosiego en todas partes, y sólo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos».
Thomas De Kempis
Ya lo dijo el en el siglo XV el canónigo agustino Thomas De Kempis: “He buscado el sosiego en todas partes, y sólo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos».
El poder de la lectura atraviesa la desgracia. De hecho, en la presentación del Premio Alfaguara de Literatura 2020, Núria Cabutí Brull, CEO de Penguin Random House Grupo Editorial, expresó que “Si hay algo positivo del recién terminado 2020 es el acercamiento de mucha gente a la lectura; los libros han servido de refugio y consuelo, de aprendizaje y entretenimiento, según una encuesta realizada por el grupo, se concluyó que el 37% de la gente lee más y la buena noticia es que esa misma gente quiere continuar con el mismo hábito, cuando podamos normalizar nuestras vidas”.
Lectores y escritores seguirán encontrándose en las redes, en los medios actuales y los medios por venir. Donde no existan las librerías, existirán otras formas de acercarnos a los libros, los Spotify de la lectura.
Para los escritores, la pandemia no es excusa.
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